Los ni-nis siguen de actualidad
Ayer, 23 de enero de 2010, se editó un artículo en el diario "Público" bajo el título "Ni-Ni: Ni tantos ni tan caraduras" (http://www.publico.es/espana/288252/ni-ni/tantos/tan/caraduras?ct=bounce&cf=lomas&cfid=detalle) en el que se matiza la imagen negativa de los jóvenes que ni estudian ni trabajan ni buscan un empleo.
Pero este fenómeno (que no es realmente tan novedoso como algunos pretenden hacernos creer) tiene una explicación muy clara. No es que la generación joven actual no quiera trabajar ni se haya perpetuado en una eterna adolescencia, simplemente el sistema no la ha dejado crecer y desarrollarse.
¿Qué se necesita para entrar el mundo de la vida adulta y responsable?
Ante todo, un trabajo estable y duradero y, a ser posible, bien pagado, un lugar donde vivir de forma independiente y, si apuramos, una pareja también estable con la que compartir el resto de tus días hasta que la muerte nos separe, como decían antes en las bodas.
Sin embargo, ¿cuál es la realidad social?
- Trabajo precario y mal pagado, cuando entras de becario al poco de acabar los estudios sabes que no te vas a quedar ahí en la vida, que te echarán a los seis meses o al año para poner a otro becario que trabaje en idénticas condiciones y que tu sueldo siempre será mísero. Así es imposible hacer planes a largo plazo, por eso es lógico vivir al día (carpe diem, que se decía antes) y si en esas condiciones algunos mantienen un alto nivel de vida es gracias a la ayuda económica a fondo perdido de sus padres (por eso, se trata de un tren de vida completamente artificial y dependiente de la familia, no basado en los ingresos propios).
- Vivienda, para qué hablar. Antes directamente innacesible para una sola persona y esclavizados de por vida para una pareja, condenados a vivir en la pobreza debido al precio desorbitado de los pisos o tener que pedir ayuda a la familia frecuentemente e ir a comer a casa de los padres varias veces a la semana (a pesar de haberse "independizado" teóricamente). Ahora está empezando a cambiar de manera tímida y los precios de la vivienda están bajando, pero no sabremos si llegaremos a la situación de nuestros padres, cuando los pisos se pagaban como mucho en diez años.
- Relacionado con lo anterior, ¿cuántos matrimonios duran toda la vida? Debido al hiperindividualismo actual las parejas no se soportan y rompen a la mínima, como las pataletas de los niños pequeños. Los índices de divorcios y separaciones han batido records históricos en los últimos años y sólo la crisis ha hecho que no sigan subiendo de forma imparable.
En fin, cuando se supere la situación actual (que parece muy complicado), quizás dejemos hablar de ni-nis y de etiquetar gratuitamente a quienes no son más que víctimas del sistema, del astronómico paro juvenil español (que roza el 45% y en algunas regiones, como Andalucía o Canarias, alcanza el 50%) y de una sociedad creada por y para los que ahora tienen 60 años, la generación de mayo del 68, los que corrían delante de los grises mientras Franco moría tranquilamente en la cama.
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