¿Vuelven las grandes emigraciones de españoles?
Esta mañana ha sido publicado en "El Confidencial" un artículo que recoge el dato de que 120.000 españoles han emigrado al extranjero por razones laborales desde 2008:
http://www.elconfidencial.com/espana/emigracion-trabajadores-empleo-espana-20100415.html
En principio, la cifra no impresiona demasiado: 120.000 personas no parecen una cantidad tan grande para un país de más de 40 millones de habitantes. Pero debemos tener en cuenta que la crisis no ha hecho más que empezar y que esos 120.000 españoles que han emigrado en los dos últimos años son sólo un primer indicio de un fenómeno que puede multiplicarse en los próximos años si no mejora la situación económica de España.
Es lamentable que un país no sea capaz de ofrecer trabajo a sus propios ciudadanos y encima tenga un Gobierno que les mienta descaradamente (aunque haya sido electo democráticamente por 11 millones de personas). La emigración supone un fracaso colectivo de una nación, que la gente se vaya directamente porque no hay trabajo es propio de las economías subdesarrolladas, de países del Tercer Mundo.
Y lo más triste es que una buena parte de esos emigrantes son personas altamente cualificadas, con estudios universitarios, conocimientos de idiomas y posgrados. ¿Quién no conoce o tiene en su familia a algún investigador científico que tuvo que buscarse la vida en Estados Unidos o la Europa más desarrollada porque en España lo máximo a lo que podía aspirar era a ir encadenando hasta los 35 años (o más) becas de 1.000 euros que no le ofrecían ninguna estabilidad? Aunque en el caso de los investigadores, esto viene de lejos, sin duda, el fenómeno se viene acelerando desde que empezó la crisis, y lo mismo se puede decir de otros profesionales de gran preparación y valía, como los médicos (miles de médicos españoles viven y trabajan en Portugal, un país supuestamente más atrasado que España, pero que les ofrece mejores sueldos, horarios y condiciones laborales en general) o ingenieros (gran parte de los ingenieros recién titulados, al ver las condiciones que les ofrece la empresa privada, tienen como principal objetivo preparar oposiciones o irse al extranjero a ejercer su profesión).
En cambio, mientras esos investigadores científicos, médicos o ingenieros que podrían aportar mucho a la economía española huyen del país que les ha formado, aquí viene la gente más despreciable de los países del Tercer Mundo (aunque sea injusto generalizar de forma tan concluyente) y nos encontramos con que las prisiones se han llenado de delincuentes extranjeros o familias enteras de inmigrantes sudamericanos viven de los subsidios y ayudas sociales.
Por último, y respondiendo al titular del artículo, ¿veremos emigraciones masivas de españoles como a mitad del siglo pasado, cuando muchos fueron a Francia, Bélgica, Alemania o Suiza, o finales del siglo XIX y buena parte del XX, cuando cientos de miles de españoles partieron hacia América Latina, principalmente países del Cono Sur (Argentina, Chile, Uruguay), Venezuela y Cuba? Probablemente sí, y no sólo de profesionales altamente cualificados que se han mencionado en párrafos anteriores, sino también de trabajadores con menos nivel de formación, por mucho que se diga que no hay dónde emigrar. Como dice el viejo refrán, la necesidad aguza el ingenio, y por mucho colchón familiar que tengan aquí la inmensa mayoría de los jóvenes, muchos irán a otros países en busca de una vida mejor. Aunque tampoco debemos dejar de lado las migraciones internas, que también han sido un fenómeno histórico, y los que tienen una cierta edad se acordarán de que en los años 50 y 60 gran número de andaluces y extremeños emigraron a regiones más desarrolladas, como Cataluña, el País Vasco o Madrid (haciendo un breve inciso, también ha sido notorio ese proceso en un país tan parecido al nuestro como Italia, donde muchos napolitanos y sicilianos han emigrado durante el siglo XX a las regiones del Norte para trabajar en las grandes empresas italianas, como la Fiat, la Alfa Romeo o la Olivetti). Considerando que Canarias y Andalucía son las regiones con más paro de Occidente (no sólo de España), no nos extrañe que mucha gente de esas regiones emigre no sólo al extranjero, sino a otras zonas de España más avanzadas y con más perspectivas de trabajo.
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