Investigadores de Humanidades y Ciencias Sociales, ¿aún más precarios que el resto?
El País recoge un artículo en el que un lector (doctor en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de Barcelona) reseña brevemente su currículum y describe su difícil situación laboral y económica, considerando que los investigadores de Humanidades y Ciencias Sociales están todavía peor que los que han realizado estudios científico-técnicos:
Si se hace un análisis serio, se observa que los estudios universitarios cada vez ofrecen menos salidas profesionales, incluso las carreras más difíciles y que hasta hace poco garantizaban un buen futuro. ¿Qué sentido tiene hacerse ingeniero en un país que ha desmantelado gradualmente su industria desde los años 80 (habiendo llegado a ser la séptima potencia mundial), arquitecto con una crisis galopante de la construcción y miles de profesionales de ese sector yéndose al paro (desde los más cualificados hasta los simples peones), informático cuando el mercado está saturado de esos profesionales y ya quedaron muy atrás los tiempos en que un titulado en Informática salía de la carrera cobrando más de 300.000 pesetas (1.800 euros actuales) al mes, o químico en un lugar donde la I+D es de chiste y gran parte de los científicos más cualificados tienen que elegir entre malvivir hasta bastante después de los 30 encadenando becas o irse al extranjero para ejercer su profesión en unas condiciones dignas?
El problema de España no es tanto de Ciencias o de Letras, sino de que sobran titulados universitarios por todas partes, actualmente los únicos que tienen unas expectativas medianamente decentes son los de la rama biosanitaria, como los médicos y los enfermeros (y eso aun teniendo en cuenta que muchos se han ido a trabajar al extranjero, incluso en Portugal hay bastantes médicos españoles, a pesar de ser supuestamente un país más atrasado). Aparte de que la gran maýoría de las carreras estén saturadas, la crisis está destruyendo rápidamente el tejido productivo y trayendo como consecuencia que cada vez hagan falta menos licenciados y diplomados universitarios.
En esta situación, llevamos camino de acabar como algunos países del Tercer Mundo, sobre todo de América Latina, donde no es raro que un ingeniero o un abogado prefiera lavar platos en un restaurante o llevar maletas en un hotel a trabajar "de lo suyo". ¿Veremos a titulados en carreras científicas y técnicas prefiriendo hacer trabajos "serviles" como reponedores de supermercado, teleoperadores o camareros a ejercer su profesión? A este paso, no hay que descartar nada, aunque siempre les quedará emigrar, en vez de quedarse en su ciudad o pueblo haciendo un trabajo que no tiene nada que ver con sus estudios y que puede hacer hasta un graduado escolar.
Eso sí, por lo menos a un psicólogo, historiador, abogado, economista o sociólogo no se le caen los anillos por trabajar de reponedor o lavaplatos si le hace falta, seguro que un ingeniero, físico o matemático es más reacio a hacer alguno de esos trabajos, o bien le costaría mucho encajar que un reponedor sin estudios pueda ganar más que él.
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