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El blog de Silverfox

Los funcionarios y sus sueldos

    Ante la dureza de la crisis, no son pocos los españoles que proponen congelar indefinidamente, e incluso reducir los sueldos de los funcionarios, con tal de cuadrar las cuentas del Estado y reducir el déficit público, que ha crecido de forma imparable en los últimos años.

    No obstante, debemos recordar que la mayoría de los funcionarios no tienen unos sueldos tan elevados, como algunas personas creen. En algunos casos, como los Auxiliares Administrativos del Estado, apenas superan los 1.000 euros. Si les bajamos su sueldo que, de entrada, es más bien pequeño, ¿cómo se iban a ver cobrando esa cantidad, sobre todo en grandes ciudades donde la vida es más cara? ¿Viviendo con sus padres toda la vida, hasta que les llegue el momento de heredar el piso? Con un sueldo semejante en Madrid, Barcelona, Sevilla, Zaragoza o las capitales vascas cualquier persona caería en la pobreza si tuviera que vivir por su cuenta, o bien perdería mucho nivel de vida.

    Los funcionarios han perdido gran parte de su poder adquisitivo en los últimos 30 años y han sufrido varias congelaciones salariales. Un funcionario de los grupos más bajos podía vivir bastante bien en los años 80 con su salario, pero ahora muchos de ellos (y hasta de grupos intermedios, como Administrativos o Técnicos de Grado Medio) se quedan en casa de sus padres, incluso bastante años después de sacar la plaza, porque no pueden independizarse o perderían mucha calidad de vida si lo hiciesen, como se ha explicado en el párrafo anterior.

    En cambio, no parece que pueda decirse lo mismo de los políticos en general, desde el presidente del Gobierno y los ministros hasta los concejales de pueblo, pasando por los diputados o los alcaldes de grandes municipios, la familia real (la monarquía es una rémora y una institución anticuada que no tiene sentido mantener en pleno siglo XXI) o los banqueros y grandes empresarios, que si se ven en apuros o bajan un poco sus cuentas de beneficios recurren al Estado (del que no querían saber nada cuando les iba bien) para que les eche una mano y les financie con dinero de nuestros impuestos (¿nadie recuerda los 150.000 millones de euros, el 15% del PIB español, que el Gobierno dio a los bancos para rescatarlos hace un año y medio?).

    Tampoco dejemos de lado las grandes cantidades de dinero que el Estado despilfarra en partidas muy variadas, como subvencionar a las ONG's (que deberían ser independientes y "no gubernamentales", como su propio nombre indica), a los sindicatos, que tendrían que financiarse mediante las cuotas de sus afiliados, o a las religiones, empezando por los 5.000 millones que dona a la Iglesia todos los años. Probablemente, si se emprendiesen serios recortes en esas partidas y se dejase de subvencionar con dinero público a bancos en quiebra y empresas ineficientes, en vez de reducir Ofertas de Empleo Público (con el riesgo de que muchos servicios queden desasistidos) o congelar sueldos de funcionarios, se conseguiría reducir considerablemente el déficit del Estado.

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