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El blog de Silverfox

Política nacional

Zapatero no se presentará a las próximas elecciones

    El presidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero anunció hace varios días su intención de no volver a presentarse a las elecciones, después de completar dos legislaturas en su cargo.

    Sin duda, será recordado como uno de los peores dirigentes de la historia de España por su nula eficacia en materia económica y su costumbre de mentir sistemáticamente. Probablemente, su mayor error fue no desinflar la burbuja inmobiliaria cuando la economía iba mejor y el paro seguía disminuyendo. El segundo mayor error, consecuencia en parte del primero y en parte de formar parte de una Unión Europea absolutamente dominada por las tesis neoliberales, fue plegarse a esas tesis y abandonar la línea socialdemócrata que tanto había abanderado en la primera legislatura, aunque el anterior presidente español del PSOE (Felipe González) también realizó una política de marcado corte neoliberal, como se demostró en la privatización de importantes empresas estatales, como Seat, Pegaso, Repsol o Telefónica (esta última la completó Aznar en su primer mandato). Aunque ni Felipe González ni el propio Aznar llegaron al extremo de recortar los sueldos a los funcionarios.

    Son esos errores y su pésima gestión económica los que van a pasar factura, no sólo a él, a su partido. Es posible que la evolución del empleo, según la tendencia de los últimos meses, empiece a ser más positiva a medio plazo, pero el daño está hecho, porque España ha sido en los últimos años, con gran diferencia, el país europeo donde más ha crecido el paro (en algunas provincias los números dan miedo: por ejemplo, en Málaga, el paro ha pasado en pocos años de menos de un 10 al 30% actual).


    Por tanto, no hace falta tener muchas luces para deducir que el PP tiene el triunfo electoral en bandeja. Rajoy, o quien se presente por ese partido, ganará y probablemente por mayoría absoluta. No es para menos, un partido que ha creado un récord histórico de parados (más de cinco millones) y no hace más que recortar en gasto social y en partidas destinadas a la investigación, uno de los sectores que podrían sacarnos de la crisis y convertirnos en un país más avanzado, en vez de seguir confiando en otros sectores agotados, como la construcción, merece un castigo electoral.

    Es evidente que el PP no es la panacea, pero está demostrado que es más eficaz que el PSOE en lo que se refiere a gestión económica. Los números de la primera legislatura de Aznar (1996-2000) le avalan y explican la mayoría absoluta que logró ese partido en las elecciones de 2000, cuando alcanzó los 183 escaños (de un total de 350 diputados) frente a sólo 125 del PSOE, cuyo candidato fue Joaquín Almunia.

Andalucía: manifestaciones contra la política de personal de la Junta y posible hundimiento del PSOE

    En Andalucía, desde hace aproximadamente dos meses, se están produciendo frecuentes movilizaciones de funcionarios de la Junta y aspirantes a trabajar en la misma contra el Decreto-Ley 5/2010, de 27 de julio, por el que se aprueban medidas urgentes en materia de reordenación del sector público, que pretende hacer fijas en la Administración andaluza a un número considerable de personas que jamás han preparado una oposición y cuyos únicos méritos son tener el carnet del PSOE o ser parientes de personajes importantes de la política andaluza. La última manifestación tuvo lugar en Sevilla el pasado sábado 22 de enero, decenas de miles de personas salieron a la calle y pidieron la dimisión del presidente Griñán, que sustituyó a Chaves hace dos años:

    http://www.libertaddigital.com/economia/mas-de-50000-funcionarios-y-laborales-dejan-a-la-junta-a-ugt-y-a-ccoo-sin-argumentos-1276412542/

    http://www.publico.es/espana/357684/una-multitud-de-funcionarios-sale-a-la-calle-en-andalucia    

    Esas personas a las que se pretende hacer fijas, también conocidas como "externos", por haber sido subcontratadas a través de empresas públicas, agencias, consorcios o fundaciones vinculadas a las altas esferas de la Junta, usurpan puestos de trabajo que corresponderían a funcionarios. Algunas consecuencias evidentes son la reducción al mínimo de las Ofertas de Empleo Público en Andalucía (la última vez sólo se convocaron 75 plazas de Auxiliares Administrativos y 150 de Administrativos) y la paralización de las bolsas de interinos, que en años anteriores se movían mucho (por ejemplo, hace pocos años se llamó a más de 4.000 personas de una bolsa de Administrativos).

    La Junta cada vez recurre menos a estas bolsas, que permanecen largas temporadas sin moverse y la gente que sacó las notas más altas en la oposición está en su casa con la remota esperanza de que algún día llegue el llamamiento o dedicada a otros trabajos, mientras la jungla contrata a cortijeros afiliados a la UGT (el sindicato del régimen) y al PSOE para ocupar los puestos que se necesitan y que deberían cubrirse mediante oposiciones.

    Los opositores, interinos y hasta funcionarios de carrera son los que más motivos tienen para protestar ante esta situación porque otros están ocupando los puestos que deberían ocupar ellos a través de bolsas de interinos y Ofertas Públicas de Empleo.

    Los externos tienen las mejores plazas con los mejores sueldos cerca de sus casas, incluso muchos de ellos admiten que no están por la labor de estudiar oposiciones porque les pueden mandar lejos, a cualquier lugar de Andalucía, y ellos están muy a gusto así. Además, saben que tienen el trabajo aun más seguro que los mismos funcionarios porque los políticos cuidan de ellos y llegado el caso les funcionarizan y se quedarán en sus privilegiados puestos, como de hecho así se pretende con este decreto. Y si hay que echar a alguien ya se echará a otros (especialmente, los interinos de las bolsas, que han aprobado exámenes de oposiciones y se están yendo masivamente a la calle mientras sus puestos los ocupan esos enchufados, que si no fuese por sus contactos políticos no trabajarían ni de reponedores o camareros). Mientras, los funcionarios de carrera desplazados hasta 600 kilómetros de sus casas sin perspectivas de retorno porque no se convocan traslados, dado que las plazas que van quedando las van ocupando los externos-cortijeros.

    En esas condiciones, no es extraño que el PSOE andaluz se derrumbe en las encuestas y se plantee la posibilidad de que el PP gane las próximas elecciones andaluzas con mayoría absoluta después de más de 30 años de dominio "socialista". El Decreto Ley mencionado al principio ha generado un enorme rechazo y, si bien pretende favorecer a los externos, cuyo número exacto no se conoce a ciencia cierta, pero se habla de que podrían ser hasta 35.000, hay muchísima gente que se siente perjudicada por él y que está dispuesta a votar al PP, aunque sea con la nariz tapada, con tal de provocar un cambio en el gobierno andaluz.

Políticos y autocrítica

    Según el discurso oficial, la culpa es de cualquiera (del PP, de Bush, de Franco o del Espíritu Santo) menos del Gobierno. Parece que la palabra autocrítica es ciencia ficción para Zapatero y sus ministros y no entra en su vocabulario. Llama la atención su total incapacidad de reconocer los propios problemas.

    ¿Hay alguna declaración del presidente, de alguno de los ministros, de algún presidente autonómico (da igual la región) o al menos de los sindicatos o alguien que tenga algo de poder de los miles que componen la casta política en la que se afirme modestamente que algo se ha hecho mal?

    Repitamos esta frase: Los culpables son solo los malvados especuladores que no nos quieren prestar más dinero y que encima quieren que se lo devolvamos como país. Nadie podía hacer nada. Dicen. Nadie podía anticipar esto. Que no es culpa de la gestión. ¿Nos lo creemos? Que conste que nadie con dos dedos de frente defendería a los especuladores, que no son más que unos psicópatas y unos piratas sin escrúpulos. Pero no es de recibo que los políticos culpen a los demás de sus desmanes.

    Lo más inquietante es que están afanando en volver al modelo anterior a la crisis, sin llevar a cabo ningún cambio que evite que esto vuelva a pasar. Pues, como estan afirmando nuestros dirigentes, no han hecho nada mal. Y quien se atreva a desmentirlo con datos y pruebas evidentes es un antipatriota.

    Si pueden volver a inflar el mercado de la vivienda y evitar que termine de explotar la burbuja lo harán, da igual quién se ponga en el Gobierno. En relación con esto, hoy uno de los secretarios de Esperanza Aguirre, decía por la radio que esperarían a que el mercado se recuperase antes de vender el patrimonio por no malvenderlo.

    Qué clase política más lamentable con cerebro de ladrillo, no nos van a sacar de esta ni tienen el menor interés en cambiar el modelo productivo español basado en la construcción por uno más orientado hacia la investigación, el desarrollo tecnológico y las industrias de alto valor añadido que nos permita compararnos con los países más avanzados de Europa, como Alemania, Finlandia o Suecia.

¿Es necesario fundar nuevos sindicatos?

    En los últimos días, y tras la convocatoria de huelga para el 29 de septiembre, se puede observo en que hay un sector de opinión nada despreciable que afirma que se niega a ir a la misma. El motivo alegado es que los sindicatos han perdido toda credibilidad y que ya no representan a los trabajadores. Que son unos corruptos vendidos al poder. Que no les importa lo más mínimo la situación de los asalariados, los autónomos y mucho menos los parados. Y parece que gran parte de la sociedad está de acuerdo en ese diagnóstico. Los sindicatos como UGT y CC.OO., igual que los partidos políticos, representan un modelo caduco y agotado.

    No es cuestión de dudar de la conciencia social de las personas que se niegan a hacer huelga. Por ello, se puede hacer el siguiente planteamiento: ¿es el momento de hacer borrón y cuenta nueva, y crear otros sindicatos desde cero?

    Todavía quedan personas con iniciativa, ilusión y compromiso. Hay gente que tiene ganas de emular las luchas por los derechos sociales de sus padres y abuelos y de salir a la calle a quemar lo que sea (por ejemplo, el Congreso de los Diputados o el Ayuntamiento de su ciudad).

    ¿Qué mejor ocasión entonces para demostrarlo que crear unas nuevas organizaciones que luchen de verdad por los derechos de los trabajadores y desempleados de este país? Sin duda alguna, encontrarán la oposición y resistencia por parte de los poderes fácticos (incluyendo a los propios sindicatos actuales) que legitime sus reivindicaciones. Pero antes o después ha de llegar ese momento, porque es dinámica histórica, y  ya se da el caldo de cultivo preciso para la emergencia de un movimiento social nacional que se oponga verdaderamente a la explotación por parte de los de arriba y sus perros de presa.

    Se puede empezar por hacerse una sencilla pregunta:

    Si no estamos dispuestos a ir a la huelga por los motivos señalados al principio de este texto, ¿por cuáles estaríamos dispuestos a ir?

Reflexiones (¿o mejor dicho desvaríos?) de un alcalde andaluz

    Hace tres años, se abrió en el Parque Empresarial Torneo de Sevilla, situado en el norte de la ciudad, entre los barrios de San Jerónimo y Pino Montano, la avenida de la Astronomía, una de sus calles principales. El primer edil y el consejero delegado del promotor de esta iniciativa empresarial inauguraron el enlace de la avenida de la Astronomía con la prolongación de la calle Torneo, un acto en el que Alfredo Sánchez Monteseirín, el alcalde de la capital andaluza, ofreció un discurso en el que reconoció la iniciativa de Vilamar y el Grupo Banco Pastor como "locomotora" de esta zona "degradada" de la ciudad hispalense, entendiendo que este proyecto es un buen ejemplo del urbanismo "productivo" que, según dijo, promueve el Ayuntamiento frente al urbanismo "especulativo".

    Transcribamos el discurso de inauguración pronunciado por el citado alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín (¿o sería mejor llamarlo Monteserrín o Menteserrín?):

    Es muy bueno que haya astrónomos,

    estamos en la avenida de la Astronomía.

    Está bien que haya astrólogos,

    pero es fundamental que haya astronautas.

    Porque ¿qué sería de nosotros los astronautas si no nos dijeran los astrólogos o los

    astrónomos cómo son las cosas?

    ¿Qué nos podemos encontrar allí, en el más allá?

    ¿O qué podemos hacer, o qué podríamos desarrollar nosotros, los que estamos allí, los

    que nos pisamos el suelo de la realidad de las cosas?

    ¿Qué sería de nosotros si no existieran los astrónomos y los astrólogos?

    Pero ¿qué sería de todos nosotros sin la tarea de los astronautas?

    Aquí se puede ver directamente el vídeo para comprobarlo:

    http://www.youtube.com/watch?v=7AOABO6MMho

    

    La astronomía, una antigua, actual e imprescindible ciencia que vio su nombre lógico robado por su hermanastra bastarda y corrupta, la astrología, vuelve a ser confundida con esta última. Que la confusión venga de la bruja Lola, de Aramís Fuster o de algún subproducto similar entra dentro de lo normal, entendiendo la normalidad en el triste sentido estadístico de una de sus acepciones, pero del alcalde de Sevilla, ¿qué se puede pensar? ¿Que es un ejemplo evidente de que tenemos en Andalucía (y en España, en general) una clase política de chiste que nos debería hacer sentir una intensa vergüenza como ciudadanos?

    A lo mejor es que antes de la inauguración hubo un cóctel, o en el mejor de los casos pudiera ser que el señor alcalde de Sevilla tenga un arte increíble.

    Pero no. En el fondo sabemos que la realidad es otra. Este alcalde confunde el espacio exterior con el más allá, la astronomía con la astrología, y a los sevillanos y a él mismo con astronautas.  No sabemos si confundirá la ciudad con Cabo Cañaveral y la Giralda con un Apolo.

    Hace varias décadas había algún alcalde que elaboraba bandos que parecían escritos por Góngora o Quevedo. No pediremos tanto en estas épocas oscuras para la cultura. Sólo pedimos que no se nos caiga la cara de vergüenza cuando nuestros electos personajes abren la boca para recitar sus estupideces. Sucesivas reformas educativas han destruido el panorama cultural español hasta límites inconcebibles y estamos en una situación en la que muchos países latinoamericanos nos superan en este sentido. En un mundo tan devaluado donde la ex de un torero famoso, un charlatán, un ladrón o un jovenzuelo holgazán tienen una cuota de pantalla infinitamente mayor que cualquier persona con capacidad de transmitir ideas potentes, logros interesantes o simplemente reflexiones válidas: en un mundo así ocurre esto.

¿Cómo plantar cara a los sindicatos amarillos?

    No cabe duda de que los grandes sindicatos, como UGT y Comisiones Obreras (CC. OO.), con cifras de afiliados muy pobres y subvencionados por el Estado, están heridos de muerte, tras el rotundo fracaso de la huelga de funcionarios de este martes. Posiblemente, sea el momento de plantear seriamente una iniciativa para dar la puntilla definitiva a esa lacra que son la mayoría de los sindicatos españoles.

    La huelga general sería un desastre porque la gente está tan ahogada que hoy por hoy el derecho a la huelga es un lujo más que un derecho o tan aborregada y anestesiada que sólo está dispuesta a salir a la calle y manifestarse si España cae pronto en el Mundial o si su club de fútbol entra en quiebra (¿nadie se acuerda de las grandes movilizaciones que hubo en el verano de 1995 cuando el Sevilla y el Celta fueron provisionalmente descendidos a Segunda División B por no presentar unos avales y al final se les readmitió en Primera?).

    Una buena manera sería organizar fuera de la jornaba laboral una manifestación anti-sindicatos (que puede ser extensiva a anti-gobierno y anti-políticos). Una simple convocatoria en las plazas a una hora concreta (por ejemplo, las 7 de la tarde) que permita medir el nivel de hartazgo de la gente y que de verdad asuste a nuestros mariscadores con despacho y coche oficial.

    El principal inconveniente es que esta iniciativa no puede ser convocada por nada que no sea Internet. Ni un medio de comunicación puede (por sectario de distinto color), los artistas, o mejor dicho titiriteros, están a lo que están (bien callados mientras el Gobierno les conceda buenas subvenciones).

    ¿Cómo podemos hacerlo? Es el momento de decir BASTA.

    Una propuesta es la siguiente:

    Sindicatos Sí. Pero no estos que sufrimos actualmente, podridos, ultrasubvencionados y vendidos al poder.

    Para decir basta en el tema sindical, como en tantos otros hay que tener el valor de dar un paso al frente y hablar claro, no sólo delante de una pantalla de ordenador.

    Cada uno en su centro de trabajo debe tener el arrojo, dentro de sus posiblidades oratorias, de aprovechar la oportunidad para decir:

    1) Que los sindicatos actuales son lobbies progubernamentales que viven del dinero público a través de subvenciones directas o indirectas (como la organización de cursos de formación).

    2) Que los sindicatos tienen que vivir exclusivamente de sus afiliados para tener las manos libres a la hora de representar sus intereses.

    3) Que no es de recibo que existan liberados a tiempo completo, personas que llevan décadas totalmente desconectada del mundo laboral real y que se supone que tienen que representar a quienes trabajan.

    4) Que un sindicato está para negociar las condiciones laborales de los trabajadores y punto. Ni para manifestarse a favor de Garzón ni nada por estilo. Para hacer política están los partidos políticos.

    5) Que los tiempos de vino y rosas terminaron y no podemos perder tiempo y energías en la defensa de sectas políticas como el PP y el PSOE que son en esencia lo misma en todo salvo en lo folclórico. Esas disputas eran el entretenimiento de los tiempos de abundancia, pero ahora nos están comiendo la merienda de verdad y todas las energías que malgastemos en entrar en ese juego a través de lo que deben ser exclusivamente reclamaciones laborales serán aprovechadas inmediatamente para empeorar las condiciones de los asalariados.

    Todo esto hay que decirlo alto y claro, cuando se tenga expectación. Hasta hace unos meses era un ejercicio inútil, porque quien tenía trabajo ni se había enterado de la crisis, pero ahora la gente está asustada, desmoralizada y dispuesta a escuchar.

Casta parasitaria española

    Con el mismo título del libro que el año pasado conmoció Italia, el periodista Daniel Montero publica "La Casta", que recoge en 280 páginas los privilegios de los profesionales de la política, en un momento muy delicado por el reciente escándalo social del caso Gürtel.

    El diario El Mundo publicó hace poco más de un mes un artículo relativo a esta cuestión, que se puede ver en el siguiente enlace:

http://www.elmundo.es/suplementos/cronica/2009/731/1255816803.html

    Sin embargo, este artículo y el libro del que habla puede que se hayan quedado cortos, pese a sus buenas intenciones.

    No sólo se trata de ministros, diputados, senadores o alcaldes. El número de altos cargos en las Administraciones Públicas (multipliquemos por cinco al menos respecto del total de los 80.000 electos directamente) ha subido como la espuma y el 99% de los mismos son polítícos.

    Tampoco se dice nada sobre las Cajas de Ahorros y otros organismos públicos (IVIMA, RTVE, las televisiones locales y regionales, RENFE, AENA o cientos de empresas públicas nacionales, autonómicas o municipales) que albergan un montón de enchufados y paniaguados del poder, con sueldos y prebendas más altas si cabe, y que suponen un derroche para nuestros bolsillos. Ahí sí que se debería empezar a meter la tijera, en vez de reducir gastos en I+D o congelar convocatorias de plazas de funcionarios.

    Además, aparte de todas las prebendas legales que se ha autoconcedido toda esta casta, está la madre del cordero, la corrupción generalizada que hace que los políticos corruptos de América Latina (nuestras antiguas colonias precisamente) parezcan monjitas de la caridad al lado de los que tenemos aquí.

    Porque no sólo han ido poco a poco en 30 años limando cualquier atisbo de control y seguimiento del gasto público (hoy los Tribunales de Cuentas son simples refrendadores de presupuestos sin ninguna capacidad sancionatoria o disciplinaria), sino que han establecido leyes penales ad hoc y diversos privilegios legislativos, como prescripciones de apenas tres o cinco años para delitos como el cohecho o malversación de fondos públicos, que hacen imposible, salvo que exista una caza mediática ya trazada de antemano (caso Gürtel, Roldán, Filesa), que algún político responda de sus delitos.

    ¿Cuántos políticos habrá que jamás hayan sido ni imputados por corrupción? ¿De los imputados cuántos han sido condenados? ¿De los condenados cuántos han estado en la cárcel en los últimos 30 años? ¿Y de éstos cuántos han devuelto lo robado?

    El gasto de personal, los gastos suntuarios, los viajes, las dietas o las pensiones no son nada comparable con el daño económico y social que implica la corrupción galopante. ¿O es que creemos que esas mordidas no son siempre directamente pagadas por el sufrido contribuyente en base a mayores impuestos o precios más altos?

Sobre el nombramiento de Oliart y la gerontocracia española

    Esta semana ha saltado la noticia de que Alberto Oliart, de 81 años, será nombrado presidente de Radiotelevisión Española (RTVE). Oliart, nacido en 1928, durante la dictadura de Primo de Rivera, fue ministro de Industria y Energía con Adolfo Suárez durante varios meses después de las elecciones de 1977, colaboró en la elaboración del Estatuto de Autonomía del País Vasco, aprobado a finales de 1979, y fue ministro de Defensa con Calvo Sotelo a principios de la década de los 80. Asimismo, su hija es la madre de los dos hijos de Joaquín Sabina, nuestro Bob Dylan castizo. Ahora será, con su avanzada edad, presidente de RTVE.

    En relación con este nombramiento, se nos llena la boca hablando de la gerontocracia soviética de los años 70 y 80, de la cubana actual o nos metemos mucho con China, Japón y otros países orientales (como la India) por su costumbre de tener dirigentes de 70 años, pero aquí no estamos para dar lecciones a nadie.


    Aunque ZP y otros ministros (además de nuestros presidentes anteriores) sean jóvenes, en otras instituciones políticas, académicas, deportivas, económicas y empresariales es donde se ve claramente que somos un país de estructura gerontocrática, donde un viejo de más de 70 años, con sus facultades mentales disminuidas, aunque sólo suelte paridas y tonterías sin sentido, inspira más credibilidad que una persona de 30 con la cabeza bien amueblada.

    O donde se está llegando al absurdo de considerar "jóvenes" a personas de 30 y largos o más de 40 años, un país en el que se ve normal trabajar como becario sin derechos laborales ni alta en la Seguridad Social bastante después de los 30, irse de casa cerca de los 40 y tener hijos (si es que se tienen) al límite de la edad reproductiva (con todos los riesgos que eso conlleva, como que nazcan con Síndrome de Down u otras patologías mentales).

    Sólo hay que fijarse un poco en las edades de muchos rectores y otros altos cargos universitarios o el tiempo que llevan en el poder algunos dirigentes deportivos.

    En este sentido, es muy llamativo el ejemplo de Ángel María Villar, presidente de la Federación Española de Fútbol. No es todavía demasiado mayor (cumple 60 años en enero), pero lleva en el cargo desde 1988 y todavía le quedan tres años para completar su actual mandato (cumpliría 24, una generación entera, a este paso dura más que Franco o lo vemos con 80 años dirigiendo la Federación y dentro de 20 años aún se escucharía a periodistas deportivos y aficionados hablando de "villarato" cuando se den resultados extraños en partidos decisivos).