A vueltas con las becas y los becarios
Se tiene cierta tendencia a atacar y mirar con desprecio al que se lleva muchos años encadenando becas y no es capaz de salir de ese pozo.
Pero no podemos ser tan radicales ridiculizando de esa forma a los becarios que llevan muchos años en esa situación ni decir que todos son unos inútiles que no saben buscarse la vida.
Es cierto que existen algunos becarios de más de 30 años que son muy tranquilos y que se acomodan, cuando en años anteriores, moviéndose un poco y poniéndole ilusión y ganas era relativamente fácil meter cabeza en empresas importantes o en el sector público a ciertas edades o no mucho tiempo después de haber terminado los estudios.
Pero ahora con la crisis que hay y los años difíciles que se avecinan, tanto en la empresa privada (con ERE’s y despidos masivos) como en la Administración Pública (con recortes e incluso congelaciones en las OEP’s y tendencia a amortizar plazas), a muchas personas muy formadas y preparadas no les va a quedar más remedio que llevarse bastante años con becas y saltando de una a otra.
O eso o irse al extranjero. En este sentido, es verdad que hay cierto "paletismo" en los españoles y a mucha gente le cuesta incluso irse a 100 kilómetros de su ciudad para buscarse la vida, más de uno preferiría quedarse en su ciudad de provincias como becario submileurista que irse a Madrid como funcionario o con un buen puesto en una empresa de prestigio (aunque no debemos dejar de lado que Madrid es muy cara e irte allí puede no traerte a cuenta, a no ser que vivas en alquiler compartido o tu familia te eche una mano económicamente). Pero viendo este panorama sería muy injusto burlarse de los becarios de más de 30 años, si escudándose en la crisis no se ofrece otra cosa durante años y años a gente preparadísima, ¿qué queremos que hagan? Tampoco olvidemos a gente de ciertas edades (sobre todo, mayores de 40 años) afectadas por despidos, con cargas familiares (hijos sobre todo) que por su edad es muy difícil que alguien las quiera contratar y se presentan a convocatorias de becas (siempre que no tengan límite de edad) porque tienen que buscar una salida.
El término "malvivir" no lo aplicaría yo mucho a los becarios, como se hace a menudo. Muchos de ellos viven con sus padres y mantienen un nivel de vida más que razonable, con coches nuevos (aunque no demasiado caros), varias cenas todos los meses y viajes al extranjero en verano. Y en el caso de las chicas (becarias) no son pocas las que se echan un novio algo mayor que ellas y bien situado profesionalmente, se van a vivir o se casan con él y pasan directamente de depender de sus padres a depender de su pareja.
Pero si les faltasen sus padres o sus novios no cabe duda de que caerían en la pobreza y el concepto de "malvivir" se quedaría corto, aunque también habría grados, pues no todos los becarios cobran lo mismo (algunos superan los 1.000 euros). Desde mi experiencia personal, conozco becarias que trabajan fuera de su ciudad/pueblo y cuyos padres o novios les mandan un sobre con dinero todos los meses para que no lleguen muy apuradas a fin de mes. Y eso que viven en alquileres compartidos, tampoco les cuesta 700 euros el alojamiento.
Es cierto que los empresarios del sector privado están abusando del empleo de becarios para ahorrar en sueldos y cotizaciones a la Seguridad Social. Pero el problema es que no sólo lo hace la empresa privada, sino también (cada vez más) la Administración Pública: universidades o ministerios que utilizan becarios con titulación universitaria (y hasta con masters, doctorados avanzados y otros posgrados) para hacer tareas que deberían corresponder a funcionarios o personal laboral contratado. Otras tendencias son cubrir las vacantes que dejan los funcionarios jubilados por medio de becas en vez de convocar unas oposiciones o aumentar las ofertas de becas paralelamente a la reducción de ofertas de plazas de funcionarios.
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