35 años de la muerte de Franco: en qué hemos retrocedido con la democracia
Hace pocos días se cumplieron 35 años de la muerte de Franco, el dictador que gobernó España durante cerca de 40 años. Se ha mitificado mucho la Transición posterior a su fallecimiento, pero sin pretender hacer ninguna apología del régimen franquista (que fue autoritario y represivo) se puede hacer una larga de lista de elementos positivos que había en aquella época y de los que nadie parece querer saber nada:
1) Los alumnos no agredían a su profesores, hoy es algo desgraciadamente habitual. Los abuelos, los padres y los maestros eran respetados y tenían una autoridad que es necesaria.
2) No mataban ni pegaban los hijos a los padres, hoy sí. No existía tanto maltrato y abandono como hoy ni tanto desarraigo familiar.
3) Las drogas eran desconocidas y a los pocos alcohólicos que había se les metía en el cuartel para que durmieran la borrachera, se les imponía una multa y a la calle. Si eran reincidentes, directos a la cárcel.
4) Las prostitutas estaban en burdeles perfectamente controlados y obligados a pasar reconocimiento médico periódicamente para evitar contagios.
5) Se podían dejar las puertas de la calle abiertas; apenas había delincuencia. No eran necesarios tantos cierres y blindajes como hoy tiene el comercio, pese a lo cual lo asaltan y roban a pleno día, incluso en el centro de Madrid, Barcelona, Sevilla o Málaga.
6) Apenas había asesinatos, hoy se producen decenas cada año. Aunque se daban casos, pero no en la proporción de hoy, en que se matan hasta los cónyuges. No es que no hubiese desavenencias, pero se arbitraban arreglos y en general se toleraban mejor.
7) Podías irte a pasear solo por cualquier parque y sentarte bajo una farola a leer un libro, no te molestaba nadie, aunque fuese de madrugada. Había seguridad por cuanto el delincuente tenía miedo de la policía y guardia civil.
8) Normalmente una sola persona con su trabajo y su sueldo podía sostener sin muchos problemas a una familia. Entonces la familia estaba mucho mejor atendida y sobre todo los niños mucho mejor controlados y vigilados. Como la jornada era partida, generalmente comían el padre, la madre y los hijos reunidos alrededor de la mesa; la cena y el desayuno igualmente, salvo excepciones. Una vez que se rompió aquello, aparecieron los drogadictos, alcohólicos, gamberros, delincuencia juvenil y toda la plaga que soportamos.
9) No existían los coches blindados que hoy trasladan dinero. Por descontado no existían los vigilantes privados, hoy más numerosos en España que la Policía Nacional o la Guardia Civil; lo que resulta vergonzoso; puesto que hasta entidades y bienes públicos, los confían a la seguridad privada.
10) Todos los delitos graves eran condenados a trabajos forzados, existía la cadena perpetua e incluso la pena de muerte para los delitos más graves (las últimas ejecuciones se practicaron en septiembre en 1975, poco antes de la muerte de Franco). Había correccionales y reformatorios para niños difíciles, que eran sometidos a disciplina, generalmente eran recuperados para la sociedad.
11) Existía una ley (que se había implantado en los años 30, durante la Segunda República) para el control de vagos y maleantes. Se denominaba precisamente Ley de Vagos y Maleantes.
12) Nadie podía mendigar en la vía pública y menos vagabundear lleno de suciedad y piojos, por las calles. En seguida era retirado, lavado a la fuerza y advertido. Si era reincidente, a la cárcel y a trabajar.
13) El despido del trabajador era mucho más difícil que hoy. Los trabajadores tenían defensa de abogados, gratuita hasta el final del proceso, por lo que para despedirlo había que tener motivos muy justificados.
14) La pagas extraordinarias de junio y Navidad, se deben a los gobiernos de Franco, que después instauraron una tercera paga, denominada de "beneficios". Las vacaciones de hasta un mes al año, también tienen su origen en la época de Franco.
15) Las subidas de precios no eran tan salvajes como en la actualidad. Los precios eran controlados y desde el pan a la gasolina o desde la leche al aceite tenían que ser autorizados por el gobierno. Fueron creados los Servicios Nacional del Trigo (cereales) y Depósitos Reguladores para el Aceite: la denominada CAT (Comisaría de Abastecimientos y Transportes) para distribuir los recursos alimentarios y distribuirlos. Es cierto que existió el estraperlo, pero en menor medida que si no hubieran existido todos esos controles.
16) Los inspectores visitaban comercios de forma inesperada y revisaban precios, pesos y medidas. Al que no cumplía las normas, se le caía el pelo; era duramente multado y si había reincidencias, se le cerraba el negocio.
17) La Seguridad Social fue implantada por el régimen de Franco (no por el PSOE, como algunos todavía piensan) para todo trabajador y familias. Una red nacional y enorme de grandes hospitales, todos o casi todos edificados en la época de Franco, creando un servicio nacional de Medicina y Seguridad Social, que aún hoy es considerado de los mejores del mundo, aunque va perdiendo calidad a marchas forzadas.
18) Al llegar a los 65 años el trabajador se jubilaba cobrando íntegramente la paga que estuviese percibiendo en activo.
19) Se pagaban muchos menos impuestos; el IRPF era casi desconocido, sólo afectaba a las grandes fortunas y si tenían ingresos excesivos. Ello permitió crear millones de pequeños negocios o industrias, de los que muchos llegaron a ser grandes y fueron creados así millones de nuevos puestos de trabajo (todavía la mayor parte del empleo privado español depende de las PYME’s)..
20) El impulso que llegó a tomar la Organización Nacional de Ciegos de España (más conocida con el acrónimo ONCE) se debe a Franco. Algunos ciegos españoles han sido guitarristas, han tocado otros instrumentos, otros ejercieron de animadores en los burdeles; en época de Franco llegaron a ser de los trabajadores mejor pagados sobre la base de las ventas de cupones.
21) Se introdujo material para la enseñanza de los ciegos, su transporte era gratuito a través del correo español; igualmente los periódicos y libros tenían tarifas de circulación casi simbólicas. Hoy si tratamos de enviar un libro o un periódico debemos pagar la tarifa que se cobra por el correo ordinario. Así, enviar un libro no muy grande cuesta fácilmente de 3 a 5 euros.
22) Existía un eficaz servicio de serenos, que era gratuito y cumplía un servicio de ayuda (se le entregaba la llave de la puerta principal de los edificios) y vigilancia nocturnos, digno de ser recordado. Hoy las calles están a merced de la delincuencia (más desde la entrada de varios millones de inmigrantes del Tercer Mundo sin oficio ni beneficio).
23) Si hoy es considerada España como la huerta de Europa no es por otra razón que por la infinidad de pantanos y extensísimas zonas puestas en regadío en el período de Franco, que en ello siguió lo empezado por otro dictador: el general Miguel Primo de Rivera en los años 20 y cuyo Plan Hidrológico Nacional aún está por acabar, habiéndose interrumpido nada más entrar el nefasto Zapatero.
24) El turismo, que fue y sigue siendo el pilar económico más importante con que cuenta España y la principal fuente de divisas se debe a los eficaces gobiernos de Franco, que terminaron de crear docenas de Paradores Nacionales de Turismo, como algo genuino español y único en el mundo.
25) Muchos de los inmensos bosques de coníferas que hoy pueblan España son debidos a continuas e intensas repoblaciones forestales, emprendidas y terminadas por los gobiernos de Franco. Hoy apenas se hace nada de eso y los bosques que se queman, se dejan abandonados en gran medida para que se regeneren solos.
26) Por último, la industria adquirió una gran importancia en la economía española a partir de los años 50, España llegó a ser la séptima potencia industrial del mundo y destacaba en algunos sectores como el naval (astilleros repartidos por diversas zonas del país, como Galicia, Asturias, el País Vasco y Andalucía), automovilístico (gracias en gran parte a empresas estatales fundadas y promovidas por el régimen a través del Instituto Nacional de Industria, como Seat o Pegaso, además de algunas compañías privadas, entre las que destacan FASA, que producía modelos de Renault, o Barreiros) o siderúrgico (recordemos los Altos Hornos de Vizcaya o Sagunto).
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