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El blog de Silverfox

Educación

¿Burbuja formativa?

    ¿Estamos viviendo actualmente una fiebre de la formación y los estudios, similar a la que se produjo en los años 80 y parte de los 90, cuando se masificaron las universidades y todo el que podía terminaba obteniendo una diplomatura o licenciatura, aunque después no trabajase en nada relacionado con su formación?

    Todo parece indicar que sí, ahora mucha gente -en bastantes casos, con una cierta edad, abundan las personas de más de 30 años que se han matriculado este curso en la universidad o están cursando una FP- ha decidido retomar los estudios, quizá pensando que sea una posibilidad, al menos en principio, para mejorar sus expectativas laborales y sociales. Incluso podría ser una opción lógica, ya que si no hay trabajo lo más conveniente es especializarse en algo. Hay otras alternativas, como emigrar o montar un negocio, pero no son viables para todos: la emigración, porque hay muchas personas con cargas familiares que no están en condiciones de trasladarse a otro país o incluso a alguna región distinta, y abrir una empresa tiene sus dificultades porque hace falta un capital previo y supone muchos trámites burocráticos, además de que gran parte de las empresas recién creadas cierran en los primeros años.

    Sin embargo, en un país que sobre todo demanda profesiones de bajo valor añadido (como camarero, teleoperador o cajera de supermercado) que no requieren formación universitaria ni módulos superiores, esa opción puede llegar a estresar a la gente, al ver que no hay trabajo de lo que uno estudia o está tan mal pagado que no merece la pena dedicarse a la profesión.

    Así pues, nos vemos en esta situación, mientras estemos en crisis hay dos opciones: no estudiar y aceptar trabajos poco cualificados como los mencionados en el párrafo anterior con un bajo salario en la gran mayoría de los casos y compitiendo con mucha gente, o estudiar una carrera o una FP de Grado Superior y tras mucho esfuerzo y sacrificio (además de la esperanza de que mejore la economía en los próximos años) lograr un trabajo digno.

    En teoría, no es negativo ni perjudicial que una sociedad aumente su conocimiento. Lo que es negativo es la estructura económica y laboral de España que no necesita tanta gente formada y con estudios.

    Estudiar solía ser un billete que garantizaba un mejor destino profesional. Ahora es discutible. Pero aún así es mejor comprar ese billete que no tenerlo, estancarse y no ver un futuro mejor. También se puede observar desde este punto de vista: la persona que ha estudiado, pero no consigue trabajo y piensa que tampoco hay expectativas de ello, a medio plazo, es logico que piense en volver a estudiar, para reciclarse y darse así una segunda oportunidad.

    Muchas veces en los segundos estudios son más vocacionales y le gustan a uno más que su primera opción, que era estudiar lo que tenía futuro entonces. Y aunque no tengan experiencia, al gustarles más, podrían destacar más y seguir este razonamiento:

    Te gusta lo que estudias/haces-->destacas-->encuentras trabajo y ganas dinero.

    No todos valemos para hacer de todo y más de uno en su día pudo haber tomado decisiones erróneas, pero todo el mundo tiene varios talentos para destacar en algo laboralmente. El caso es que cada uno sea capaz de darse cuenta, y no tome otras decisiones derivadas de la presión del entorno que le rodea.

    Situaciones como estas son propias del ser humano, eso y la incertidumbre de no saber por dónde tirar, siempre se piensa que no se va a poder salir, pero es por que estamos muy obcecados con nuestra situación, y no vemos en perspectiva el cuadro (sobre todo el de nuestra vida).

Burbuja universitaria en España

    Mucho se ha hablado sobre la burbuja inmobiliaria que ha asolado nuestro país y ha impedido a una generación entera el acceso a la vivienda, a no ser que fuera con hipotecas impagables y casi vitalicias o mediante alquileres astronómicos.

    Pero se ha producido otra burbuja, que tiene sus orígenes en los años 80, y que también ha traído consecuencias nefastas: la burbuja universitaria. Hay en España 50 universidades públicas y 25 privadas, lo que hace un total de 75 universidades, incluidas las universidades a distancia.

Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Univers...de_Espa%C3%B1a

    Es complicado averiguar el número normal en otros países, pero gran parte de estas universidades han aparecido en los últimos 20 años, fundamentalmente para colocar a gente afín al partido gobernante del momento.

    Cada región ha empezado a crear universidades sólo para presumir de que tienen más universitarios que las demás, y ahora se encuentran con noticias como esta:

http://www.consumer.es/web/es/educacion/2006/04/23/151234.php

    El número de universitarios baja (aunque en parte es lógico teniendo en cuenta razones demográficas, pues cada vez hay menos jóvenes) y hay carreras en las que ni siquiera hay nota de corte por su escasa demanda, sin embargo ahí están, desprestigiando la profesión de los que viven de esa carrera y bajando su nivel.

    Hay universidades nuevas creadas con criterio, además se puede considerar que no toda la enseñanza universitaria debe concentrarse en Madrid, Barcelona y unas pocas capitales más. El que haya universidades en muchas capitales de provincia dinamiza el territorio y evita la despoblación.

    Otro caso son las extensiones universitarias, como la Politécnica de Valencia con facultades en Alcoy, Gandía y la Universitat de València, con campus en Burjassot y Ontinyent.

    Con ello tenemos ciudades medianas que retienen a universitarios capaces de crear nuevas empresas y ejercer profesiones en la Administración, pero con la ventaja de que no son universidades independientes, dependen de otra universidad central y así mantienen más o menos el nivel académico.

    Sin embargo, con las otras (por ejemplo, Universidad Miguel Hernández de Elche, Universidad de Castilla La Mancha) ¿cuándo estallará para ellas la burbuja?

    ¿Hasta cuando las autonomías podrán financiar estas neouniversidades?

    Y que conste que el problema no es extender la educación ni tener centros de enseñanza, sino que haya demasiados licenciados o ingenieros y los títulos se devalúen.

    Aún me acuerdo de cuando hace 20 años se decía que había muchos abogados metidos a barrenderos porque, al ser tantos los que habían estudiado Derecho, muchos no podían ejercer la profesión. O que las carreras humanísticas son la mejor cantera de camareros, por encima de las escuelas de hostelería. Pero a un barrendero o camarero haber estudiado Derecho o Historia no le hace mejor en su trabajo ni le aporta ningún valor añadido.