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El blog de Silverfox

Cómo hemos retrocedido en las últimas décadas: un ejemplo muy didáctico y clarificador

    No se trata de hacer una apología del régimen de Franco, que no dejaba de ser una dictadura, pero no es absurdo plantearse si se vivía mejor en sus etapas avanzadas (a partir de finales de los años 50, cuando entraron en el Gobierno los primeros ministros tecnócratas, como Ullastres o Navarro Rubio, se aprobó el Plan de Estabilización y la economía experimentó un gran desarrollo, especialmente la industria).

     Podemos plantearlo con un ejemplo muy didáctico y aclaratorio:

     En los años 60, un español medio de 30 años tenía un trabajo fijo, sin necesidad de haber estudiado una carrera, había terminado de pagar la casa o le quedaba poco para hacerlo, llevaba cinco o seis años casado, podía mantener a dos hijos sin pasar muchas estrecheces y, ante todo, tenía la posibilidad de hacer proyectos a medio y largo plazo con bastante seguridad hacia el futuro.

     Actualmente, el treintañero español medio -a pesar de tener un currículum lleno de títulos y cursos- está parado o tiene un trabajo precario y un sueldo que con suerte llega a los 800 euros, vive con sus padres y depende de ellos totalmente o en buena parte desde el punto de vista financiero.

    Por supuesto, no puede emprender planes de futuro a medio ni a largo plazo, vive completamente al día, al no saber dónde estará trabajando o qué sueldo tendrá dentro de varios meses, y sus proyectos se limitan a plantearse si va a cambiar pronto su Play Station por un modelo más reciente, de qué marca será el siguiente móvil que se compre (por ejemplo, Nokia o Ericsson) o a qué bares irá para tomarse unas copas el próximo fin de semana.

     ¿Realmente hemos mejorado tanto con respecto al tardofranquismo? Tendremos más chismes electrónicos, pero en lo fundamental (más allá de las cifras macroeconómicas), hemos retrocedido claramente:

    - Peores condiciones de trabajo (ese proceso lleva produciéndose muchos años, pero se ha acentuado con la aprobación de la última reforma laboral)

    - Pérdida masiva de tejido industrial (a pesar de que España llegó a ser la séptima potencia mundial en ese sentido), gracias a las nefastas políticas de "reconversión" realizadas en los años 80 por el PSOE, dispuesto a pagar cualquier precio por formar parte de la Comunidad Europea (otros países que han ingresado en ese organismo, la actual Unión Europea, no han tenido que hacer tantos sacrificios porque negociaron mejor las condiciones de entrada)

    - Precios e impuestos desmesurados y, sobre todo, la imposibilidad de hacer planes de futuro: esto último trae como consecuencia que hace varias décadas un español a partir de cierta edad (en torno a los 30 años o incluso un poco antes) tenía la vida resuelta o muy encauzada y era una persona plenamente madura. En cambio, en la actualidad un español medio de esa misma edad es un eterno adolescente, que no piensa en su futuro más allá de unos pocos meses y lleva en muchos aspectos la misma vida que cuando tenía 16 años (es lógico si no tiene un trabajo estable ni unos ingresos que le permitan vivir por su cuenta).

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